En un momento en que la identidad del pueblo judío se desvanece, Jesús, hijo de Sirac, escribe el libro del Eclesiástico. Lo hace con la intención de hacer renacer el orgullo del pueblo judío, mostrando la riqueza de su identidad.
Jesús, un intelectual que ama a su pueblo y, sobre todo, a su religión, hace un gran esfuerzo para que sus discípulos y lectores hagan lo mismo. Esto lo hace descubriendo y valorando la propia identidad cultural, sintiendo orgullo de ella. Desde esta perspectiva se plantea una forma de lectura del Eclesiástico. Esta propuesta estimula a leer este texto con los pies en la tierra, pero sin perder jamás de vista los deseos de vida y libertad de nuestro pueblo.